Con el paso de los años y la salida de lo impuesto, cada vez es más frecuente la pregunta de si hay género o no en muchas cosas. Una de estas cosas es los juguetes que se le regalan a los niños, sobre todo cuando son muy pequeños. ¿Es obligatorio que las niñas jueguen a las muñecas y los niños a videojuegos? La respuesta obviamente es no y a lo largo de este artículo profundizaremos en este tema.
El origen de este pensamiento
No hay ninguna duda que este tipo de pensamiento está basado en tradición. Con el paso de los años nos hemos acostumbrado a regalar juguetes para niñas y para niños, es decir, a los niños se les regalaba cosas adaptadas a su género y a las niñas también. Esto es un completo error, pero el hecho de que se haya hecho durante tantos años, ha provocado que esto se asiente en la sociedad.
Esta situación en la actualidad
A día de hoy, cada vez se sale más de los estereotipos, sin embargo, aún no lo hemos logrado del todo. Un estudio muestra que las niñas tienen más facilidad para romper este tipo estereotipos que los niños, es decir, es mucho más frecuente encontrar niñas que jueguen videojuegos que niños que jueguen con las muñecas. No está claro cuál es la razón de que esto ocurra, pero ocurre.
La mayor parte de la culpa la tiene la sociedad, la cual ha impuesto este tipo de pensamientos, pero otra parte de culpa la tienen los padres. Son muchos los casos de padres que deciden no hacer regalos “de niñas” a un niño pensando en que esto puede afectar a su orientación sexual cuando sea adulto, o que pueda provocar algún tipo de “bullying” en el colegio. No es que los padres estén actuando mal, sino que están siendo demasiado protectores y no están dando libertad de elección a su hijo. Los padres deben dejar que sea el hijo el que elija lo que le gusta o lo que no, independientemente del género que tenga. No es un tema fácil de tratar, ya que todas las opciones tienen algún tipo de repercusión negativa, pero la mejor opción es siempre dar libertad de elección.
Conclusión
Siempre se ha dicho que el rosa es un color de niñas y el azul un color de niños, pero esto ya ha dejado de ser así. No hay que imponerle a un niño lo que tiene que gustarle, los colores que tiene que vestir o los juguetes a los que tiene que jugar. Cualquier persona, independientemente de su edad, sabe elegir lo que le gusta y lo que no y tú, como persona adulta que eres, debes apoyarle en cualquier decisión que tome. Ser un niño no están fácil como muchos pensamos y muchas veces, la incapacidad de los pequeños por expresar sus emociones y lo que sienten, les hace pasar por unos malos ratos que serían completamente innecesario si les diéramos la libertad de hacer, llevar y jugar a lo que les gusta.